Durante el CES 2020 Intel se presentó con una gran sorpresa, el primer modelo de su nueva gama de GPUs basadas en Intel Xe. No se esperaba esta presentación y tampoco fue una presentación al uso. Y es que la primera gráfica dedicada que ha presentado Intel tras una década de ausencia fue presentada dentro de un ordenador portátil. Descrita como una GPU muy básica, sus características no sobresalen por su rendimiento. Pero es un primer paso, y de hecho, Intel muestra la tarjeta gráfica basada en Intel Xe DG1 para ofrecerla a los desarrolladores.
Y es que uno de los pasos que hay que dar para que las GPU comiencen a funcionar en una empresa que ha estado tanto tiempo fuera de este mercado, es ofrecerla a quienes tienen que sacarle provecho. Tras la presentación, surgieron unos primeros renders de lo que podía ser esta nueva tarjeta gráfica basada en Intel Xe DG1.
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Una gráfica que redefine, casi por completo, lo que es una gama de acceso. Y es que mientras AMD y Nvidia pelean por ofrecer modelos en torno a 150-200 dólares para garantizar los 1080p, la tarjeta gráfica presentada por Intel estaría por debajo de los 100 dólares, y ofrecería un TDP de apenas 75W. En cierto modo, este último dato puede estar muy vinculado a que esta primera tarjeta gráfica diseñada por Intel se ha presentado junto a un ordenador portatil, donde se suele limitar o gestionar mucho más este tipo de consumos.
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