Parece mentira que, después de tanto tiempo, por fin mañana sea el día que podamos empezar a jugar a Sea of Thieves. Varios años y tres E3, desde el de 2015, en los que hemos ido viendo presentaciones del nuevo juego de Rare (recordamos que su proyecto más ambicioso e importante hasta la fecha), y hemos ido conociendo progresivamente nuevos detalles del juego a través de vídeos de desarrollo o la posibilidad de participar en su fases previas, al entrar dentro del programa insider que Rare ha llevado a cabo.
En este tiempo muchos de vosotros habéis tenido la oportunidad de probar el juego, y conocer de primera mano buena parte de lo que Sea of Thieves nos va a ofrecer a partir de mañana. Y estoy seguro de que quienes habéis tenido acceso, habéis probado cómo es jugar a Sea of Thieves tanto solo como acompañado. En mi caso, reconozco que no he llegado a pasar tanto tiempo jugando a cualquiera de las betas de Sea of Thieves. Es un juego bastante especial para mí, y en la medida de lo posible he querido llegar a su lanzamiento final sin saber más de la cuenta y sin llegar a destripar a fondo sus mecánicas. Aunque el juego que tendremos a partir de mañana entre manos será mucho más grande de lo que hemos podido ver hasta ahora.
Pero en las horas que he pasado jugando a la beta de Sea of Thieves, si me ha quedado algo claro, es que la mejor forma de jugar será acompañado de amigos. Porque a pesar de que podremos jugar en solitario, llevando con nosotros una ...