A principios de año pudimos ver por dentro Xbox Series X en su primer contacto oficial con la prensa y ahora le toca el turno a Xbox Series S, la pequeña de la familia. Aunque esta vez es un desmontaje particular de un usuario que ya la tiene en casa, en vez de una presentación de la compañía. El resultado es bastante sorprendente.
Como siempre, lo primero que sorprende de Xbox Series S es su reducido tamaño, aunque en su interior cuenta con un ventilador de grandes dimensiones, una fuente de alimentación de gran tamaño con el casco del Jefe Maestro en su carcasa y una heat pipe de considerables dimensiones que mantendrá refrigerada la zona del SOC de la consola. Todo ello en un diseño modular que demuestra el esfuerzo de Microsoft en lograr la Xbox más pequeña, silenciosa y bien refrigerada de la historia. Comparan el Ray Tracing en Xbox Series X y Series S

Entre las peculiaridades del diseño de Xbox Series S encontramos las esponjas alrededor de las entradas de conexión para evitar ruidos y, como ya habíamos visto, el SSD que no está soldado a la placa base. Esto podría hacer pensar que podría ser posible sustituirlo por uno de mayor capacidad, pero no sería seguro hacerlo sin conocer si hay o no algún sistema de seguridad interno que impida su reconocimiento en caso de sustitución. Así que, de momento, mejor dejarlo en su sitio. Microsoft dispone de otras alternativas de almacenamiento mucho más sencillas.
Xbox Series S saldrá a la venta mañana,...