Cuando pienso en Life is Strange, lo que me viene a la cabeza son historias de adolescentes, personajes elaborados y desarrollados, con marcado carácter, las relaciones entre estos personajes, una banda sonora potente y sobre todo un protagonista con el que logre empatizar. Life is Strange 2 empezó con mal pie. Yo mismo califiqué el primer episodio como una mezcla de mensajes políticos sin sentido con un guión pobre y unos personajes nada desarrollados. El segundo episodio, por su parte, arrojó cierta esperanza en un servidor, que veía que el potencial que el primer episodio desaprovechó aquí sí relucía. Ahora, con el tercer episodio, DONTNOD ha vuelto a hacernos sentir como en casa.
Lo mejor de este episodio es que -efectivamente- sentimos que estamos jugando un Life is Strange. Desde el primer segundo de este episodio somos conscientes de la importancia del guión, la narrativa y la construcción de los personajes. Obviamente, Sean y Daniel Diaz son los protagonistas de Life is Strange 2. Llevamos jugando con ellos dos episodios, pero al igual que en la primera entrega siempre hay tiempo para los viajes al pasado, aunque esta vez sean flashbacks jugables.
Nada más comenzar el capítulo reviviremos un momento de la vida de los hermanos Diaz, 3 meses antes del accidente de Seattle. Ahí, una conversación entre Sean y Esteban, el padre de los niños, dirá mucho del por qué el hermano mayor se ha preocupado y se preocupará tanto por el pequeño Daniel. Volvie...