En 2015, Kevin Bates nos propuso una idea que, por aquel entonces, aún era novedosa y sorprendente: una portátil del tamaño de una tarjeta de crédito. 7.221 mecenas y 433.038 $ resultaron en la aparición en escena de la Arduboy, un pequeña maravilla que ahora vuelve a pasear palmito por Kickstarter, para completar la financiación de su primer "gran" juego: Arduventure.

Físicamente inspirada en el diseño de la Game Boy original, de la que también toma su nombre de forma muy obvia, la Arduboy es un ingenioso aparatito que demuestra que a veces, menos es más. Basada en la aparentemente inagotable placa Arduino, de tacto agradable, control sólido y pantalla OLED pequeña pero cargada de encanto, es uno de esos entornos que obliga a los desarrolladores a dar lo mejor de sí mismos, en términos técnicos tanto como creativos, para convertir las aparentes "deficiencias" de la máquina en fuente de asombro, a través de juegos simples pero divertidos.
La Arduboy. Probablemente la estés viendo a tamaño real
Una de las mejores partes de la Arduboy es que el desarrollo es completamente open source y dejado en manos de la comunidad, que ha presentado algunos juegos interesantes. No obstante, los mejores juegos han llegado desde un mismo equipo: el Team a.r.g. Sea por una superior comprensión de las características de la máquina o una mejor orientación de sus diseños, los juegos creados por los 4 miembros del Team a.r.g....