Tan brutal como brillante, Doom Eternal es un shooter en primera persona por excelencia. Incluso si solamente lo juzgamos por su campaña de un solo jugador llena de jugoso contenido, el juego de id Software es un gran candidato a las listas GOTY 2020.

También es implacable.
Como ejemplo, haré una confesión: las primeras horas de verdaderos
enfrentamientos atroces con enemigos destruyeron toda la confianza que
tenía en mis habilidades como tirador. Los picos de dificultad en las arenas de
combate parecían ser tantos que me empecé a preguntar si el estudio se había
desviado conscientemente hacia el territorio mascore. ¿Era el caso" O
peor, ¿era (susúrralo) la edad la que reducía mis tiempos de reacción"
Resulta que el problema
era yo. Pero no de la manera que yo pensaba. Simplemente, estaba jugando
con las reglas equivocadas: con las del relanzamiento de 2016, de hecho. Un
error garrafal. Con más velocidad (gracias a Dios, mucha más) y tensión,
Eternal es mucho más peligroso en cuanto a bestias que su predecesor.

Pero es que cuando funciona, funciona de verdad. Estos guanteletes mortales se convierten, como los definió con tanta precisión el productor ejecutivo Mart Stratton, en “ajedrez con velocidad”. Eternal sigue ofreciendo el poder de la imaginación de jugar a un slayer de demonios de primera… pero tendrás que demostrar que ...