Se acerca el E3 y, siguiendo la tendencia de los últimos años, cada vez lo hace con menos ilusión. El E3 sigue siendo la feria de videojuegos más grande e importante del mundo, pero no hay duda de que su «caché» está bajando en exceso, y lo peor, creo que no hay nada que hacer para remediarlo.

Este año la gran ausente será Sony, aunque se mantienen conferencias importantes como la de Square-Enix, Bethesda, el PC Gaming Show o la que, con seguridad, colmará todos los focos: Microsoft. La ausencia de Sony es tan solo un síntoma de la decadencia del E3, un evento que va perdiendo fuelle año tras año. Seguramente el E3 necesite a Sony más que Sony al E3.
Hace años, cuando el acceso a la información no eran tan inmediato, la única forma de enterarse de lo que pasaba en el evento era esperar hasta el mes siguiente y leer los reportajes en las revistas en papel. Incluso, si había suerte, podíamos tener un video-cd con vídeos de lo mejor de las conferencia y de lo visto en el E3. Años en donde las nuevas consolas se mantenían ocultas e infranqueables, esperando el momento para salir a la luz de la forma más espectacular posible. Años en los que los meses previos al E3 eran de calma absoluta en cuanto a noticias y lanzamiento…. pero cuando llegaba junio… ¡BOOM! Hasta se aprovechaban los brazos para los anuncios más sorprendentes.
No había filtraciones, no había anunciados previos. Todo, absolutamente todo se guardaba para el E3, lo ...