Un análisis de las ventas de videojuegos durante los primeros compases de la crisis del coronavirus indica un crecimiento en las ventas digitales mientras que el formato físico se resiente.Aunque la crisis del coronavirus afecta sobre todo a la salud pública de la ciudadanía, sus efectos chocan colateralmente contra las bases económicas de todas las industrias, estén relacionadas o no con la contención sanitaria del COVID-19. En el campo que nos compete, lo largo de este aislamiento hemos ido viendo como compañías desarrolladoras, distribuidoras e incluso organizadoras de eventos han expuesto las consecuencias que la pandemia ha tenido en su producción.A día de hoy hay eventos cancelados, como el E3 2020, y otros que se han aplazado o modificado en cierto modo, como la Gamescom 2020 o la pasada GDC 2020. Hay compañías que han organizado a sus trabajadores para continuar con sus respectivos desarrollos a través del teletrabajo, como Ubisoft o Square Enix, y juegos que incluso han pospuesto su lanzamiento, como Wasteland 3, o están pendientes de ver cómo saldrá todo en la entrega de sus copias físicas, como Final Fantasy VII Remake.Pese a todo, el coronavirus no trata mal a la industria del videojuego. Según un análisis de Game Industry este sector está obteniendo mejores resultados durante esta crisis pandémica de los que tenía antes de que todo comenzara: esta web especializada advierte que las ventas de videojuegos alcanzaron la cifra de 4,3 millones d...