Están siendo unos meses muy dulces para Epic Games. La compañía que nos ha dejado títulos como Unreal Tournament o Gears of War no necesitaba volver a desarrollar nada que no fuera su motor gráfico, presente en una inmensa cantidad de juegos. Sin embargo, el año pasado, y tras un desarrollo larguísimo, lanzaron Fortnite.
Fortnite era (y es, aunque se nos olvide) un juego que consiste en defender bases jugando con amigos y luchando contra hordas de zombis mientras recogemos materiales para construir defensas. Tras el lanzamiento de PUBG, y tras arrasar con el género battle royale, Epic estuvo rápida lanzando Fortnite Battle Royale y mezclando esas mecánicas con las del battle royale de PUBG.
Eso les ha costado una demanda que aún no sabemos cómo terminará, pero lo que está claro es que Fortnite le ha ganado la partida completamente a PUBG. Y es que, desde que apareció el modo en Fortnite, los jugadores de PUBG han caído casi un 45%, como podemos leer en The Esports Observer. Está claro que PUBG fue uno de los juegos del año pasado. Hubo otros títulos, o la propia Xbox One X, que llamaron la atención, pero la tendencia de marzo a diciembre fue PlayerUnknown’s Battlegrounds, sin lugar a duda. Si seguimos con cifras, el pico de jugadores de media de PUBG fue de algo más de 1,5 millones de jugadores en enero, pero han bajado a poco más de 870.000 jugadores.
Está claro que el hecho de que Fortnite sea gratuito, pero también el apoyo de streamers al p...