Siguiendo con esta serie de artículos dirigidos a esos usuarios que están pensando en expandirse al mundo del PC, nos introducimos en uno de los elementos más importantes de la configuración, el procesador, siendo más específicos, la CPU o unidad de procesamiento central. Cierto es que si solo nos quedamos en el término procesador, podríamos atender a varios ámbitos, pero nos centraremos en el corazón de los PC, las CPU. Este es un elemento clave que puede condicionar muchas cosas y para el que hay que tener en cuenta otras tantas. Obviamente, como pasa con todo, la elección puede venir condicionada por el presupuesto, pero lo que más debe de influir sobre esta decisión, es lo que necesitamos que ofrezca.
En un primer paso hay que considerar la existencia de dos fabricantes principales, AMD e Intel, que ofrecen sus productos divididos en gamas jerarquizadas de una forma bastante sencilla, pero que hay que comprender. Lo primero es saber que la CPU, a diferencia de otros procesadores que podamos tener, es el que se encargará de realizar todo tipo de procesamientos para todo tipo de tareas. Son una serie de circuitos que reciben información, la procesan y la devuelven, usando código binario, es decir, ceros y unos. De este modo tan simple, según determinadas características de los procesadores, se determinará su capacidad de procesamiento que se viene a traducir como potencia. Y, como es de esperar, en base a la potencia, se establecerá el precio, pero hay...