Mucho antes de empezar a trabajar en Call of Duty: Modern Warfare, había formado parte de la familia Sony en dos periodos diferentes con Naughty Dog.
Comencé en el diseño de videojuegos con Crash Bandicoot y, por aquel entonces, las historias eran más rudimentarias. Trabajábamos en un juego en el que el protagonista ni siquiera hablaba, lo que limitaba la narrativa.
Después de un tiempo alejado de la industria, recibí la llamada de un buen amigo mío de Naughty Dog para preguntarme si me interesaría editar diálogos y tráileres. En principio, era para un periodo de seis semanas…
Y esas seis semanas se convirtieron en diez años.
Muchas cosas han cambiado en ese tiempo. Recuerdo que, en los días del primer Uncharted, utilizar a los mismos actores para la captura de movimientos y voz era algo innovador. Para los posteriores juegos de la saga comenzamos con la captura facial, lo que, junto con la captura de movimientos y voz de forma simultánea, es la base sobre la que sustentar una narrativa compleja y madura en el campo de los videojuegos. La narración de videojuegos en los últimos veinte años ha evolucionado tanto que, a día de hoy, Modern Warfare alcanza ese nivel en el que cuesta diferenciar el cine actual de los videojuegos.
La historia de Modern Warfare se centra en cómo pasan factura las complejidades de los conflictos modernos a todas las partes implicadas, desde los oper...