Al lanzamiento de Nintendo Switch el 3 de marzo de 2017 le acompañó la aventura, también para Wii U, que revolucionó los juegos de mundo abierto y la serie creada por Shigeru Miyamoto.Hace cuatro años que el género de los juegos de mundo abierto recibió el terremoto que supuso The Legend of Zelda: Breath of the Wild. Cuatro años desde que un precioso Hyrule postapocalíptico demostrara de lo que es capaz una consola en parte portátil, Nintendo Switch. Cuatro años desde que se cerrara el ciclo de vida de Wii U, para muchos la máquina de Nintendo con mejores juegos exclusivos de la historia de la marca. Cuatro años desde que se revolucionó una saga que nunca ha estado estancada. Cuatro años, en definitiva, desde que el videojuego encontrara una nueva manera de sorprender y maravillar.Breath of the Wild nos acompañó durante buena parte de la primera mitad de 2017 y ha dejado en nuestro recuerdo momentos imborrables, distintos para cada uno. Habrá quien rememore la primera vez que se usa el parapente para descender hasta ese Hyrule inabarcable. Otros tendrán un cariño especial a los puzles vivientes que son las bestias divinas.Algunos pensarán en esos campamentos de enemigos desperdigados aquí y allá que se podían abordar de mil maneras distintas. O quizá se haya quedado en nuestra mente la primera vez que nos enfrentamos a un Guardián o a un Centaleón. Otros añorarán los puzles de los templos, o recordarán los emotivos recuerdos con Zelda y los entr...